(Engolada voz resuena). 'En anteriores capítulos de la serie
Efectivamente amigos, hoy desembarco con el último de los relatos. Les contaré para ponerles en antecedentes que, una vez escrito el relato de Pierre Menard y a pesar del alborozo que me produjo su escritura, llegué a la conclusión de que aquellas 300 palabras eran demasiado frías e intelectuales; quizá me estaba dejando algo por el camino tanto en este relato como en los dos primeros. Me refiero al lado sentimental o emocional que tiene que tener todo relato concursero: unas gotas de ritmo, unas gotas de humor, unas gotas de naturalidad y… unas gotas de sentimiento, de afección, de cosa emocional, ustedes me entienden. Eso fue lo que me decidió a escribir este último cuento basado en una anécdota real que le ocurrió a un amigo -un intercambio de emails con un amor de adolescencia imposible-. No les adelanto más. Lean ustedes mismos y saquen sus propias conclusiones…
PARA NADIE
Escuché ‘For no one’ diez veces seguidas. A la undécima me armé de valor y, conteniendo la respiración, escribí el correo. Le dije todo lo que pensaba y quería: le declaré mi amor eterno en primera persona. Después traduje la letra de ‘For no one’ -para nadie- al castellano y se la dediqué –para ti- junto a la propia canción en formato mp3. En total 4,3 megas de cursi declaración de amor adolescente. El email es la herramienta de los cobardes, pero qué le vamos a hacer. Pulsé enviar.
Por la noche recibí la respuesta. Ocupaba 4 miserables ‘kas’. Esperanzado, abrí el mensaje. ‘Déjame en paz, no te quiero. R.’
Nunca imaginé que 4 ‘kas’ pudieran producir tanto dolor. Me acosté apretando los dientes. Me prometí no llorar, pero al fin lo hice. Fue mejor así.
Pasaron los años y aquel primer amor quedó lejos, arrumbado por el paso del tiempo. La vida siguió su curso, nada fuera de lo normal.
Esta mañana, mientras leía el periódico, mi hijo mayor –siete años- se ha puesto a cotillear los vinilos que tengo en el estudio. Le vuelven loco los colores e imágenes de las portadas y las contraportadas, mirar las carpetas, los álbumes dobles... Esta vez le ha tocado el turno al Revolver de los Beatles. Repasando la contra me ha preguntado distraído: papá, ¿qué significa ‘for no one’?
Para nadie, significa para nadie, he respondido. Él se ha encogido de hombros y ha seguido a lo suyo.
Por la tarde he vuelto a escuchar la canción. Me ha generado una especie de nostalgia difícil de explicar, la nostalgia de un lugar donde nunca estuve. Tentado de introducir el nombre de mi primer amor en el buscador de Facebook, finalmente he desistido. Quizá sea mejor así.
F-I-NPues ahí queda eso.
Confieso que al día de hoy aún sigo estupefacto.
Mi abuela dice que tenía(mos) que haber ganado.
No puedo acusar a La vanguardia de catalanista: el protagonista del relato ganador era un guardia civil (!). Nada que objetar sobre ello, el relato era un buen relato sentimental.
Quizá por ello, creo me falló la falta de 'localismo'; dejarme de kafkas, monterrosos y borgeses. Ah, e incluir alguna palabrota. (Siempre he pensado que eso ya estaba pasado de moda).
Pero la vida sigue, no preocuparse. El Rolls continuará su periplo más rumboso que nunca. Y ustedes lo verán. Aquí les dejo con san yotuve. Hay cosas increíbles en este universo.
Besos y abrazos.
7 comentarios:
http://www.goear.com/listen/b22494c/for-no-one-caetano-veloso
este era claro ganador. me he emocionado de veras. ya sabe el dr que los anteriores también me encantaron, pero este contaba eso a lo que hacen siempre referencia, muy a mi pesar, cuando hablan de los beatles: el amor.
perfecto el título de esta serie. a sus pies empatucados.
Aunque me sobra el hijo de siete años, este es el mejor sin duda.
Creo que voy a convocar un certamen fantasma de relatos cortos solo para ver qué más se te ocurre.
Gracias, gracias, esto era lo que yo quería escuchar. :D
Insisto: creo que lo que me han fallado son esas gotas de localismo, vamos, que el protagonista fuera una portera manchega, un abogado burgalés, un torero andaluz o... un guardia civil.
Este relato era muy MURAKAMI
Aún no he trabajado a Murakami, pero todo se andará...
Geniales tus fracasos.
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