...Y QUIZÁ TE QUIERA. Por Alberto MATE aka Dr.Rolls & Reverendo Royce

Este blog pretende ser una suerte de viaje sentimental, un diario personal, un anecdotario vital, una visión subjetiva y personal, qué sé yo, un TODO alrededor de los Beatles. Fanatismos aparte, no se debe confundir con una enciclopedia: los datos sobre los cursimente llamados Fab Four ya se encuentran en la red y en miles de libros; no deseo aturullarles con cifras, fechas e historias manidas. Pasen y disfruten, un splendid time está guaranteed for all.

miércoles, 30 de junio de 2010

El patio de colegio

(Se preguntarán qué hace Chenoa con flequillo bitel en este sacrosanto blog... Todo tiene su explicación, sean pacientes).

Hubo un tiempo en que los chicos fueron 'indis'. Sí, esa etiqueta british de grupo independiente que por estos lares se asocia al más puro amateurismo o 'los-chicos-tienen-actitud/candor-ya-aprenderán-a-tocar'. El mundo indi hispano es un mundo jodido, circunscrito a un patio de colegio minúsculo donde todos juegan al fútbol con una sola pelota y las patadas vuelan por los aires. Meter gol es inútil, jamás llegarás a primera división, los campos de fútbol de verdad quedan muy lejos y la segunda división es inexistente. No hay más solución que arrastrarse por los lodazales de tercera regional.

- Eh, calma, calma.
- Vale, me calmo, es que el calor puede conmigo. Venga, arranco el Rolls. Me gusta el sonido de su motor, casi inaudible. Vamos de paseo, pincho el tocadiscos, qué relax, qué gusto.
Les cuento.

Los bitels, al principio de los tiempos año '63 fueron indis en las Américas. Como lo oyen. Eran esos tiempos en los que los chicos se iban haciendo cada vez más grandes en las islas, grandes como un muñeco hinchable gigante que lo iba engullendo todo a su paso mientras los altos ejecutivos de las multis americanas rechazaban la posibilidad de un desembarco americano: 'esto no va a interesar a nuestra juventud americana', supongo que dirían. Fue por ello que Brian Epstein -Eppy para los amigos y manager del monstruo- decidió negociar los primeros singles con pequeñas compañías que hacían tiradas limitadas (no sé, pongamos que 5000 copias, por ejemplo), y que se malvendían a causa de la falta de promo e infraestructura (distribuir un producto en las inmensas américas requiere muuucho dinero y esfuerzo).

Las cosas no son tan fáciles, los milagros no existen: los bitels vendieron unos cuantos cientos de copias 'indis' -mal que bien- en los estates (ahora esas copias deben de valer millones para los frikis coleccionistas) antes de que Capitol decidiera apostar por ellos y ponerlos en órbita momentos antes del aterrizaje de la Pan am en el JFK en febrero del '64. Para entonces, miles de chicas histéricas ya estaban apostadas en las terrazas del aeropuerto: les había llegado la información a través de las radios, los singles de los bitels sonaban hasta en Minesota; sus vinilos se podían comprar hasta en Fargo -imagínense la pasta que puso Capitol en kilos de vinilos e infraestructura para su distribución-. Vamos, que el patio de colegio se convirtió en el Shea Stadium. La vida siguió y el resultado ya lo conocen todos ustedes; los bitels se convirtieron en un fenómeno de masas.

Y ahora, saltemos en el tiempo.
Quiero decir que cuando los chicos, a finales de los '60, decidieron volver a sus raíces y se llegaron a plantear tocar en directo para sus fans, se barajaron diversas posibilidades, entre ellas:

1. El desierto del Sáhara en pena Libia (ya por entonces gadafidesca, cágate lorito). Se descartó para evitar lipotimias insolaciones y deshidrataciones de millones de fans enloquecidos.
2- El Everest: idem, pero con la añadidura del mal de altura.
3.- La cubierta del edificio de Apple. No quedaba más remedio que jugar en casa y así se hizo aquel concierto, hasta que llegó la poli...

Los chicos ya no podían tocar más que en grandes estadios como luego harían los rollin'.

Eso no ocurre muy a menudo, no se crean. La posibilidad de tocar en un Rock in Río está al alcance de muy pocos. Así que volvamos al patio, el sudor, y la realidad del día a día.

Hace un par de semanas estuve en un par de conciertos:

Concierto de música independiente en la sala el Sol. Martes, afluencia 50 personas aprox. público indi 30-40 años, solitarios, desperdigados, tercio en mano, movimiento de cabecita arriba y abajo al ritmo de dos baterías, dos bajos y una guitarra eléctrica cañita para el cuerpo. El promotor -que era el propio grupo que tocaba- casi no habían hecho promoción, ni carteles, ni mucho ruido por internet. Es una lástima, porque si se hubieran llamado The Crazy Francis Trio, tuvieran barbota, y vinieran del páramo de Wisconsin, la sala probablemente se habría llenado -o no-, bendecidos los Francis por la prensa especializada. Lástima que el tipo se llamara Paco Loco trío y viniera del puerto de Santa María. Hay que tomarse la vida con humor: Paco celebró que hubiera 50 personas, su trío nunca tocó delante de tanta audiencia. Un éxito.

Concierto de eso que se encuadra en el mainstream de artista de la todopoderosa SONY. Era una solista de pop-flamenquito tan de moda hoy en día, sala Penélope, Madrid, con aforo de 1000 personas. Calculé escasa media entrada, público de camisa de rayas, alguna gomina, chicas con el pelo liso largo, bolsito sobaquero, camisa blanca, moreno de playa, Alpes, uva. Chenoa, desde un altillo observaba la evolución del concierto como una diosa vestida de blanco refulgente bajo el fluorescente azul de pescadería. (Lo reconozco: soy fan de Chenoa desde que se arregló la piñata para mejorar los armónicos de su poderosa voz). Ahí estaba apoyando a su amiga y compañera de sello. Estupendo.

El público enloquecía con cada estribillo, siempre una octava por encima de las estrofas y cantado con una pasión raphaelesca al borde de la lágrima: la pasión y la raza españolas al servicio del arte. Óle con óle. Decir que la propuesta era de calidad y que la chica había hecho estudios (5 años en Madrid, dijo) y aquello se notaba: bien con la guitarra, buena voz, acompañada por un batería excelente, y unos teclista y guitarra con pésimo gusto estético.
Disfruté viendo a los 'jóvenes' de 30-40 años desgañitándose mechero, digo, móvil en mano. Hacía tiempo que no mascaba tanta pasión en un concierto. Me gustó: las canciones son importantes, nos llevan a momentos muy íntimos, eso me pareció.

Como les decía, calculo media entrada... teniendo en cuenta que la lista de invitados era de tres hojas impresa con letra times new roman 12 puntos, imagínense...
Malos tiempos estos que corren cuando un espectáculo promovido por una tal Sony no logra ni tres cuartos de entrada en un garito mediano de Argüelles, Madrid.

- No, pero a la gente le gusta la música: los conciertos se llenan.
- Y una polla.
- Eh, calma, calma, dr.Rolls. ¿Qué fue de su gentlemanismo? Recuerde que conduce el vehículo de un caballero.
- Cierto, lo siento, es el calor, no puedo con él. Mejor cállese o le dispararé con mi pistola.

Queremos saber
Ahora, mis preguntas son las siguientes:
¿Por qué en el mundo indi hay tanta pasión y conocimiento por la música y tan poco interés por su técnica... y viceversa? ¿Por qué los artistas 'grandes' tienen tanta técnica y tan poco bagaje cultural?¿Se puede ser más antagónico al respecto del mundo indi intelectualizado?
¿Estoy cayendo en el tópico o en el estereotipo?
¿Por qué Sony no es capaz de llenar una sala?
¿Si hubieran anunciado que la mediática Chenoa saltaría a la arena para cantar un dueto con su amiga la sala se habría llenado? ¿Si Paco Loco se llamara 'Crazy Francis' otro gallo le habría escuchado?
¿Se me va a gripar el rolls con tantas preguntas y tan pocas respuestas?

No me respondan ahora, háganlo después de la publicidad.

Publicidad
Para celebrar el Día de la Música, esa cosa tan etérea que acompaña nuestras alegrías y sinsabores, colgué una versión en castellano de la canción 'I like birds' de Eels en mi web. Se titula, no podía ser menos, 'Me gustan los pájaros' y está interpretada por el mismo que les escribe estas palabras. Disfrútenla, está hecha con mucho cariño.

Nota a pie de página
Comentarles que la semana pasada fui al concierto de mis amigos Mittens y, afortunadamente, la sala el Sol estaba bastante llena. La vida sonrió por un anoche. El patio indi celebró el gol: tienen un disco estupendo. Quizá algún día lleguen a semifinales. Nunca se sabe o, como decía aquél, Tomorrow never knows.

Y para rematar, aquí les dejo con mi querida y recatadita Chenoa cantando a los chicos junto al coro Kennedy. Disculpen el sonido de mierda.

miércoles, 23 de junio de 2010

Bitelcoholics!

A ver, les cuento: ya he terminado el libro del promocionero de apple a la par que amigo de los chicos Toni Bramwell (a partir de ahora 'Toni'), sí, ese señor del que les hablaba hace un par de entradas. Como tengo la sensación de que el libro no está traducido al castellano, y para hacer una labor social y cultural filantrópica de cara a todos aquellos que no dominen el actual esperanto (a mis daisy), aquí les extiendo una serie de 'jailaits' o momentazos más curiosos:

>>> Que por lo visto, lennon, en un ataque de ira después de que sir Paul llevara la separación 'financiera' de los bitels a los tribunales, llegó a llamar a us compañero 'beatlecoholic!'. Al autor del libro le pareció feísimo y cruel en ese momento, pero a mi sinceramente me parece buenísimo: eres un alcohólico de los bitels. ¿No es fantástico? No sé porqué tiene que ser malo. Hombre, si te encierras en un sótano a tocar las líneas de bajo de your bird can sing todos los días durante la próxima década... sí que puede ser perjudicial... pero como dice un amigo: no hay drogas sino dosis. En ese caso, yo me declaro bitelcoholic también, igualito que sir Paul.

>>> Que, hacia el año 69 ó 70, llegó a las manos de Toni en Apple records la primera maqueta chispas de los actualmente míticos Queen a través de Brian May (colega de Pub de Toni, todos se conocían, oiga). Toni se la pasó a lennon para que la escuchara. Por lo visto los chicos escuchaban maqueta a maqueta y daban su visto bueno personalmente. Lennon lo escuchó y le pareció 'un fuckin' horror', '¿qué horror es esto, tío, qué me das?', (jajajajjaja!). Toni no se molestó en pasar la maqueta a los otros chicos; ya había sido vetada por el macho alfa. Toni pidió disculpas a Brian May: los chicos no están interesados en 'esto'. Dos años después, Queen comenzó a vender discos como rosquillas. Brian May respondió a Toni: te lo dije.

>>> Que estando Toni en un bar de Cannes, escuchó a un tipo que tocaba el piano de manera muy 'agradable'. Se acercó a él y preguntó si tenía una demo o maqueta. El pianista le pasó una cassette y Toni la llevó a las oficinas de Apple en Londres. En esta ocasión los chicos no la escucharon, pero sí sus compañeros que estaban interesados en saber si el pianista era guapo. Bueno, es 'mono', dijo Toni. Al final, tumbaron la propuesta porque ya contaban con otro pianista en el sello que hacía cosas parecidas.... ¿y para qué queremos dos?
El pianista de Cannes se llamaba Richard Clayderman y años después vendería 93 millones de discos, uno de ellos el que yo escuchaba de pequeño con mis padres en los viajes veraniegos en coche por las bonitas y peligrosas carreteras asturianas.

>>> Que a mediados de los 70 presentó a un tal Bruce Springsteen -estrella emergente, apuesta de la CBS- a un tal Phil Spector -Toni era su 'manager' por aquel entonces, cuenta miles de anécdotas de este loco que darían para otro libro- y por lo visto saltaron chispas de emoción y respeto mutuo. Toni agradeció que Spector no pusiera una pistola en la cabeza de Bruce por haber imitado su famoso muro de sonido en el 'Born to run'. Por aquel entonces y en palabras de Toni, Springsteen era un tipo de pueblo, muy terrenal, delgadito y ciclotímico hasta la ternura con grandes problemas para asumir la condición de estrella a la que le estaba empujando la supermultinacional CBS. Vivir para ver.

>>> (Y para finalizar, la repanocha). Que el batería de los Who, Keith Moon, era un personajazo ya lo sabíamos. Lo que no sabíamos es lo que cuenta este tipo en su libro. Resulta que un día inesperado del verano del 69, Toni lo dejó con su novia y se quedó patitas en la calle y en compañía de otro amigo al que se le había terminado el contrato del piso. Vamos, dos en la carretera. Antes de tomar decisiones -o precisamente para ello-, marcharon al pub a meditar delante de una pinta para ver qué hacían para conseguir un techo esa noche. (Los ingleses lo resuelven todo -desde montar un imperio a buscar casa- delante de un 'nice cup of tea' o bien de una pinta calentita). Pues bien, en ésas aparece por el pub su colega Keith Moon (todos eran amigos, todos se conocían, oiga), y saluda con su sonrisa de sátiro ...

- Qué pasa Toni!
- Pues nada, que nos hemos quedado sin casa... no sabemos bien qué hacer...
- No me jodas. Pues no hay problema, tengo un piso de sobra, toma las llaves, es tuyo. Aquí te escribo la dirección. Hay un concesionario de coches abajo, así que si necesitáis un coche... pues perfecto! El piso está amueblado, es muy 'cozy' (me encanta esta palabra que usan los british para definir 'acogedor'), perfecto para entrar a vivir.
- Venga Keith tío, no nos tomes el pelo... ¿de qué vas esta vez?

(Breve inciso: Keith Moon era un exceso para todo, un tremendo bromista, vamos, un cabrón divertido... y un tipo generoso, muuuuy generoso).

- No voy de nada, tío, es que me he cansado del piso, no lo quiero. Es todo tuyo; tuyo.

Toni y su colega terminaron su pinta y unas cuantas más y llamaron a un taxi. En unos minutos estaban en el piso 'cozy' sobre un concesionario de coches, efectivamente, impecablemente amueblado y limpio. Y entraron 'a vivir'. Tiempo después, Toni cedió el piso a su colega y éste a su vez a su hermano. Al día de hoy, el hermano del colega todavía vive ahí con su mujer. No paga alquiler. Nunca pagó.

Eh, qué les parece: ustedes se quedan sin casa, se van a un bar para ahogar las penas y, de repente, aparece por la puerta esa estrella del rock con el que tienen amistad -Nacho Cano, por ejemplo; no, que ése es agarradete, mejor su hermano...- y les regala un piso en el barrio de la Latina. ¿No es maravilloso? ¿Dónde hay que firmar?

Se lo merece
Eso es, este libro se titula 'Magical mistery tours: my life with the Beatles' y se merece una buena traducción al castellano. Señores editores, están ustedes desperdiciando una gran oportunidad. Este libro vendería miles, qué digo, ¡millones! Si no me quieren contratar de traductor, contrátenme para escribir el Prólogo (con el permiso de Rodrigo Fresán, naturalmente. Gracias Rodrigo). Les prometo que no les defraudará.

jueves, 17 de junio de 2010

Artistas que Tienen un Hemisferio del Cerebro Ocupado por el Repertorio de los Beatles: BRAD JONES

Rrrretomamos esta apasionante serie de artistas atrofiados por los chicos con un nuevo capítulo dedicado al insigne músico, productor, arreglista y bajista, amén de humanista, el gran, único e inimitable: Brad Jones. (Rechacen imitaciones: hay un Brad Jones Jazzman neoyorquino que probablemente no tenga el cerebro atrofiado -o sí-. Quien sabe). Así que allá vamos, átense los machos que arrrancamos el Rrrrolllsss...

R-I-N-G-O
Lo sé, probablemente el nombre Brad Jones les suene poco o nada. Este personaje se dedica al trabajo en la sombra desde su estudio de Nashville o en los confines del planeta, allá donde sean contratados sus servicios. BJ ha producido los dos mejores discos de Josh Rouse -bajo mi humilde opinión-, '1972' y el luminoso 'Nashville' (si quieren ser felices un rato, escúchenlos), y también ha tocado con Matthew Sweet, y con Ron Sexsmith. Ha producido a innumerables bandas entre ellas Cotton Mather (ese cantante replicante de Lennon) y, para rematar y que ustedes se enteren de qué va la vaina, también ha grabado las líneas de bajo de algún que otro disco de Ariel Rot sustituyendo al bajista de los Commotions (el grupo de un tal Elvis Costello).

Pues bien, me llena de orgullo monárquico decirles que hace años y a través del sello Siesta, contacté con él para que mezclara mi primer disco en solitario. BJ mostró su aprecio por mi trabajo -no se me quejen, ya hablo como los periodistas musicales-, lo cual me llenó de satisfacción -monárquica de nuevo-, así que me hice la maletita y volé a los míticos estudios nashvileños 'alex the great'. Allí descubrí al personaje en cuestión que se reveló, tal como decía en la introducción, como un perfecto humanista amante de la gastronomía, curioso de otras culturas -incluso celtibéricas-, estupendo contador de anécdotas -las tiene a cienes, miles, sobre música, sobre política... tremendo personaje-, y finalmente, un grandísimo amante y conocedor de las canciones y anecdotario más descacharrante de los bitels. La biblioteca de la cabina del estudio está plagada de volúmenes bitel -bueno, ya quedan menos, porque yo me llevé alguno... con la aquiescencia de su propietario, no me piensen mal-. Alguno de ellos es responsable de más de una anécdota de este Rolls. Además, les diré que en las relajantes partidas de ping-pong entre mezcla y mezcla de canciones, la bola de saque se juega después de los cinco golpes que se dan según se cantan las letras R-I-N-G-O.

Pero vamos a lo que vamos
La cuestión es que antes de empaquetar mis cosas y huir hacia Barajas, me acerqué al Madrid Rock de la Gran Vía (hoy Bershka) para hacerme con el único disco que Brad Jones ha publicado como músico y compositor y que se titula 'Gilt-flake' (Ver foto). No les había contado que este hombre había publicado con un sello de Chicago unas canciones que él grabó de jovencito. El disco estaba en las baldas del Madrid que-en-paz-descanse Rock y yo me puse contento como castañuelas: si vas a trabajar con un tipo respetable, mejor llevar los deberes hechos. Volví a casa y escuché sus canciones. El comienzo del disco a lo 'It's getting better' ya dejaba las cosas claras: hola soy Brad Jones y soy un fanático exxxacerbado de los bitels. Me gusta la voz de Lennon, qué voz, y las melodías de McCartney, me gusta la canción 'Junk' de su primer disco en solitario -y a mi, y a mi-, y también me gusta que Ringo desafine al comienzo de 'Yellow submarine'. Tengo una súper voz, pero tampoco me doy importancia. Toco el bajo y la guitarra de la ostia, pero es que el mundo me ha hecho así.

El disco no está en spotify, es una pena. Yo he ido disfrutándolo cada vez más con los años. Creo que tiene grandes canciones, pero ojito: es un disco largo, de lenta degustación y para beber traguito a traguito bitel, como los buenos licores y las ambrosías de avellanas. Es una pena que no haya continuado grabando discos propios. Por lo visto BJ prefiere 'ayudar a otros grupos a grabar su música', tal como me dijo nada más aterrizar en Nashville. Oh, God bless you por lo nos toca.

Gente que estuvo en Abbey Road
BJ cumplió sus sueño de pisar los estudios de Abbey Road hace unos años. Es lo que ocurre cuando un grupo americano -The Shazam-, que participa en un aniversario de noséqué rollos en Abbey Road retransmitido en directo por la BBC, te contrata como técnico de sonido. De repente te ves en el estudio 1 -el hangar, ése donde graban orquestas, vamos, el de 'A day in a life'- luchando contra la reverberación pero más feliz que una lombriz bajo el sol en un english garden.
Aprovechando que dispongo de su testimonio en primera persona, aquí van sus palabras en el idioma del imperio:

I recorded The Shazam, with special guests Bev Bevan and Carl Wayne, doing the Move's song "Beautiful Daughter." We did it live in studio #1, I believe there was one practice take and then one actual take. It all took about an hour. Right as we counted off the song, Paul Weller wandered into the control room and put his feet up on the console and paid very close attention to the performance. It was obvious that hearing The Move's main singer was tripping off some boyhood memories for him....

Creo que se entiende bastante bien. Parece ser que durante la emisión del directo en antena apareció el insigne y aristocrático Paul Weller y se puso a escuchar junto a BJ con los pies encima de la mesa de sonido y asintiendo con cabeza al ritmo de la canción. (Qué pena que BJ no sepa nada sobre humor manchego; si no, yo habría caído en la tentación de preguntarle: oye, ¿y a qué hueler el pol weeeeller? En fin, lo sé, no se me vayan y permítanme la licencia aunque no tenga gracia).

Lo que no cuenta en el parrafete que les he copypasteado es que, por lo visto, cuando la emisión terminó, uno de los técnicos de la EMI le llevó por los pasillos de la ballena hasta una habitacioncita donde reposaban bajo una sábana blanca los restos de la mítiquísima ocho pistas donde los chicos grabaron sus últimos albumes. Levantaron la sábana que cubrían los restos y ante el mimo con el que BJ pasaba sus manos sobre el viejo cacharro, el empleado de la EMI no tuvo más remedio que deslizarse por la puerta hacia fuera y susurrar: 'Os dejo solos'. (I'll leave you both by yourself, exactamente). Lágrimas en los ojos.

Dos por uno
Y eso es lo que tenía que contarles. Al final se han llevado ustedes un dos por uno -artistas de cerebro atrofiado y gente que estuvo allí- sin pretenderlo. Este Rolls no depara más que sorpresas y emociones, no me lo nieguen. Dentro de unos días vendré con más cargamento sensible y explosivo. Simplemente anotarles que no se molesten mucho en buscar a este tío por la red. No sé si han leído 'Walden' de Henry Thoreau. Pues bien, el romanticismo analógico aún vive y se llama Brad Jones; no esperen que tenga teléfono móvil, ni página web, ni vídeos en yotuve, ni blog... No. Es una lástima pero si quieren más información, será mejor que buceen en las producciones que les comentaba arriba. Ah, por cierto, también produjo el último disco de Quique González,.

- Sr. Rolls, ¿usted cree que Q. González por fin ha grabado un disco en condiciones... e incluso no desafina?
- Mmmmh.

viernes, 11 de junio de 2010

Norman 'Normal' Hurricane Smith

Vamos a ver cómo explico esto para que ustedes lo entiendan en toda su dimensión. Hace unas cuantas entradas les hablé del primer técnico de sonido que grabó a los chicos en Abbey Road, un señor aparentemente serio para muchos el responsable del 'sonido de la bitelmanía' de los primeros discos bitel llamado Norman Smith (Encorbatado en la foto y delante de la mítica 4 pistas. Al fondo, el peinado de George Martin).

Pues bien. Gracias a este Rolls que me está llevando de paseo por parajes desconocidos, he descubierto hace poco que este señor al que lennon llamaba 'Normal' no era ni normal ni gris afortunadamente para todos. 'Normal' tenía un sentido humor grande y amplio como un arco iris en la campiña inglesa. (Humor negro también: cuentan que envió el primer single de los chicos al sello Decca -que los había rechazado meses antes- metido en una carpetilla bajo otro nombre pidiendo una audición. Los de Decca los volvieron a rechazar). Les estoy hablando también de un señor que además produjo el primer disco de Pink Floyd ('the pipers and de nosequé in de gates nosecuantos'), vamos, la biblia de la sicodelia. Átense los machos.

Este gentleman inglés, en los primeros setenta y a sus 49 añitos, abandonó las mesas de grabación para saltar al ruedo de los escenarios: publicó un disco bajo el nombre Hurricane Smith y tuvo todo un 'éxito transatlántico' (así lo llama la wikipedia, me encanta). No se pierdan al personaje, tengan en cuenta que en el vídeo tiene casi 10 años más que en la foto blanco y negro. Es increíble lo que pueden rejuvenecer unas melenas y unos buenos bigotes. Qué despreocupación la de un tipo que ya no tiene nada que demostrar en el mundo de la música porque ya lo ha hecho y se lo sabe todo. Parece como si 'Normal' nos quisiera decir: 'bueno, pues no era tan difícil escribir un 'hit', ¿no?'

martes, 8 de junio de 2010

Entretener la vida

Una vez más nos adentramos en el mundo de la filosofía casera, que es como el boquerón en vinagre que a veces te hace saltar la lágrima (disculpen la metáfora, sé que no tiene ni pies ni cabeza…). No me lo agradezcan aún, vítores después.

La semana pasada una amiga que me quiere mucho y bien me regaló el libro del Sr.E, esto es 'Cosas que los nietos deberían saber' (Sr. E, el ermitaño de la foto que les adjunto y alma mater del grupo norrrteamericano conocido como Eels). El envoltorio es atractivo, bonito, es un libro bien editado y eso siempre se agradece… aunque yo sea amigo del libro barato de bolsillo, ése que se arruga y se mete en cualquier sitio de la chaqueta, ése que se puede leer en el metro bien apelmazadito o te puedes llevar a un holocausto nuclear. Reconozco que en principio tenía mis prejuicios acerca de este libro... ya está: músico que se pasa a la literatura para tapar los agujeros de la música. Pues no. Nada más lejos de la realidad.

Toi cansao
Hace un tiempo tuve una conversación con un colega que de manera harto vehemente defendía la capacidad del ser humano para 'cansarse' de las cosas, de la gente, de lo que le rodea, en fin, de la rutina. Uno se cansa de ir a la oficina por las mañanas y también se cansa de no ir nunca a ninguna oficina… te cansas de los discos, de tu prima Laura -que espera siempre hasta el matrimonio-, de beber, de no beber, de bailar, de ir en coche, te cansas de tu madre, de tu jefe, de tu cliente, de tu ordenador, te cansas… te cansas... ¡hasta de follar! (Eso decía él. Y yo añado… ¡y hasta de spotify!). Mi colega sostenía como el paradigma de la fatiga humana el hecho de que incluso el marido de Michelle Pfeiffer había abandonado a la susodicha por otra mujer. ¡Acabáramos! Si hasta la Feifer se queda sin amistades peligrosas la 'teoría de la fatiga' (así denominada ahora mismito por el professor Rolls) cobra fuerza y vigencia. Ya me esto cansando de conducir sólo de pensarlo. Continuemos.

La conclusión a la que llegaba mi colega -que no era ni conclusión ni nada, porque él lo tenía bien asumido e incorporado, sin grieta alguna en su convencimiento- es que nos movemos por el mundo con el simple objetivo de 'engañar' a la muerte, esto es: hay gente que va a la oficina, gente que tiene hijos, gente que se sube a un escenario, gente que va a misa, gente que se disfraza en carnaval, gente que monta en avión, gente que va a la playa en verano, gente que ama, que des-ama, que huye… etc. etc. en fin, toda esa gente hace lo que hace con el único objetivo de engañar a la muerte. Y es el cansancio o la fatiga lo que produce algunos 'pequeños suicidios' -ejemplo: el marido de la Feifer la abandona por otra mujer- que dirían los míticos plastic d'amour (disculpen la autocita, gran banda, me dirán).

La muerte, instrucciones de uso
Volviendo al libro del señor 'E' y creyendo yo que era una historia de esas que gustan tanto sobre gente inadaptada con gafas de pasta que vive una vida solitaria y que al final encuentra a su media naranja buscando discos en la sección de bossanova de una tienda en un suburbio de Cleveland, etc. etc… Pues repito: no. El libro de marras es autobiográfico, es todo un libro de memorias de juventud hasta su edad actual (si no me fallan los números, 47 años). Unas memorias terroríficas, una familia absurda, extraña desapegada, y unas gotas de american way of life, excesos, drogas y alcohol. Con todo ello el coctel 'E' está servido. Y lo más espeluznante que a este tío se le muere todo lo que le rodea: su padre, su hermana, su madre, su prima, su 'pipas'… (Vamos, que yo diría que el pobre hombre es un poco ceniciento y que he estado a punto de tirar sus discos a la basura o de quemarlos tipo bonzo en algún lugar apartado de la capital -para no cargarme a nadie-).

La cuestión es que el tipo afirma que en una búsqueda desesperada por entretener la vida (ajá), que su hermana entró en un círculo de drogas y alcohol que la volvió loca hasta su muerte. Él dice que si no hubiera sido por la música habría terminado en una cuneta de igual manera.

-¿Por qué nos cuenta esto, sr. Rolls?
- Porque el libro es un buen libro y muestra de una manera cruda y directa, nada cínica (gracias E) una realidad extrema, muy extrema: la vida de una familia friki con pocos afectos que ha dejado la educación de sus hijos en manos de una filosofía simple y brutal: 'tírate al agua, nada o ahógate'. En este caso, la hermana se ahoga; sin embargo el sr.E es más afortunado y logra amarrarse a la barquita de la música para mantenerse a flote y tomar un rumbo. Gracias a ello la historia se convierte de alguna manera en una celebración de la vida, con sus vaivenes, bajones, subidones, idas y venidas pero, al fin, una celebración de la vida. Y es muy emocionante esa lucha creativa que mantiene el protagonista para mantenerse a flote sobre la barquita de la música, siempre frágil y dispuesta a ser devorada por la tormenta de la industria, del fracaso o del olvido.

Lo reconozco: hacía tiempo que un libro no me producía tantas emociones encontradas -os prometo que no tengo acciones en la distribidora española- … y por ello me he lanzado al océano youtube para buscar esos momentos musicales de los que habla el sr.E en su libro. Bendito yotuve, están buena parte de ellos. De repente las canciones de Eels cobran otra dimensión una vez conoces su trasfondo. El sr.E es un artistazo, puede ser pesado, repetitivo, más o menos inspirado, pero está claro que tiene un talento natural (el famoso talento natural) alucinante y que ha sabido gracias a él entretener la vida y engañar la muerte, al menos, hasta hoy. Mi disco favorito es 'Daisies of the galaxy', editado en el 2000, toda una joyita delicada de orfebrería.

Y los Biteels
Ustedes se estarán preguntando qué tiene esto que ver con los chicos…
Pues sí, una vez más me congratula saber que el escritor del libro es un amante de los chicos tal como demuestra en sus páginas la frase: 'no conozco a ningún niño que le gusten los bitels y sea una mala persona', (que yo traduciría como el bíblico: ¡dejad que los niños se acerrrrquen a los bitels!).
En el vídeo que despliego abajo verán al personaje en cuestión con su barba y todo, considerando el Revolver como el mejor album entre los mejores. Sabía que usted no me decepcionaría sr.E. Estoy seguro de que usted también tiene el cerebro atrofiado por el repertorio bitel.

Y para terminar, como también habla de la canción Rain como una de sus favoritas -de las mías también- pues aquí les pongo el enlace al clip de Rain… y que ustedes lo disfruten mientras entretienen la vida. Agur.



miércoles, 2 de junio de 2010

El verano eterno

Llegó el calor a Madrid -el horror-. Verano, sin ánimo de ofender, rima con ano y eso ya dice mucho y aunque también rime con marciano, casquivano o mano, yo me quedo con la primera rima porque el verano en Madrid es una cosa desoladora que me suele sumir en un hastío y vacío existencial -sobretodo en horas de sobremesa- sólo subsanable a través de una reparadora siesta, y a veces ni siquiera. Lo reconozco: echo de menos la lluvia y la fresquera, la melancolía de los días de otoño o el clima finlandés. Por ello, crucemos los dedos para que este verano nos podamos ir a pasear en el Rolls sin que se nos queme la tapa del delco o el radiador; hay que tener mucho cuidado con estos cacharros históricos que además no tiene aire acondicionado…

Arrancamos pues. Hoy les voy a hablar sobre el verano como estado de ánimo adolescente o teenage state of mind. Hay algo que leí hace unos días que me produjo una extraña emoción, de nuevo, esa nostalgia de un lugar donde nunca estuve. Es una historia acerca de los chicos que encontré en un libro sobre los ídem (sí, otro libro más). Aquí va.

El Tony
Hace unas semanas estuve en Dublín. No me gustaría que me pensaran un enfermo de los bitels, les prometo que no lo soy -no se rían-, más bien es el Rolls el que me está enviciando. Lucho contra el vicio y la corrupción cual Soni Croquet sin Testarosa blanco, pero reconozco que el Rolls me puede. Sí, les cuento: entré en Tower records (qué tristeza me dan las grandes tiendas de discos al día de hoy. Observo a sus dependientes con lástima, conscientes de ser cadáveres andantes, sinceramente) y compré un nuevo libro sobre los chicos para mi colección -'Magical Mistery Tours - My life with The Beatles'- por un tal Tony Bramwell. Dudé dudé dudé, hay tantos libros sobre el monstruo que no quería ser engañado; soy muy cuidadoso sobre este tema, huyo de las anécdotas manidas, me aburren las autopistas, me gustan las carreteras secundarias y las historias curiosas y opiniones de primera mano. El libro, voluminoso y de tapa dura costaba sólo cinco euros así que: 'from lost to the river', desembolsé la pasta sin necesidad de sacar la tarjeta y salí de la tienda rumbo a Grafton Street con el botín en la mano más contento que unas castañuelas.

A la vuelta pené -que no pene- por los aeropuertos de Dublín y Madrid hasta llegar a casa con el volumen (no lo imaginen un tomo, echen un vistazo en amazon, no es para tanto, pero la cuestión es que ya no había lugar en la bolsa de mano, y el incordio de llevarlo suelto y bla bla…) y fue la ayuda de una mano amiga (gracias amiga) la que hizo llegar el objeto sano y salvo a casita. Lo hice por ustedes, vaya que sí.

La cuestión es que el tal Toni Bramwell (en la foto el barbas del medio, entre los míticos Demis Roussos y Vangelis) resultó ser el primer pipas, roadie o tipo que les lleva los instrumentos a los chicos en sus primeras actuaciones a la par que amigo y compañero de vecindario de sir Paul, Yorch y Ringo desde la más tierna infancia. La cuestión es que, además, con 18 añitos -y antes- pasó a trabajar junto a los chicos y su manager -Brian Epstein- haciendo promo (sí, promoción, sin promoción no hay 'artista' que llegue a nada de nada) y todo tipo de gestiones. La cuestión es que les acompañó durante toda su carrera y más allá como mano derecha y pie izquierdo. A Toni no se le escapó una y, desde luego, su libro está resultando ser una cajita de sorpresas; litros y litros de gasolina sin plomo para este Rolls, se lo aseguro.

Otro tipo con suerte
Les hablaba de Geoff Emeryck en una de nuestros primeros paseos, ese chico de 15 años que entra a trabajar en Abbey Road el primer día de grabación de los bitels. Pues bien, Toni es otro tipo listo con suerte, mucha suerte, que gracias a sus amigos y a su pasión por la música pasa de vivir en un suburbio liverpuliense al centro del mundo en el swinging London en cuestión de meses. Lo increíble es que asume la ascensión con suma naturalidad y desparpajo: ejerce desde la oficina de Brian Epstein todo tipo de trabajos relacionados con la industria, desde la labor de A&R o cazatalentos -descubre nada menos que a un desconocido Paul Simon tocando en un garito londinense, pero no logra convencer a Epstein para que lo fiche…- hasta la grabación de vídeos musicales para TV (todo un visionario… sin saberlo), o la gestión de giras y teatros. Ya les comentaré más cosas del tipo. Ahora me quería detener en una parte del libro para mi muy emotiva, como les decía, y que tiene que ver con el 'verano como estado mental'.

La libertad
Nos situamos en noviembre de 1962. Los chicos han tenido cierto éxito con su primer single Love me do y se lanzan a las carreteras británicas para tocar en todo tipo de garitos y 'resorts' (sí, locales de veraneo, de playa), y evangelizar a las mocitas y mocitos con sus canciones; su misión, como bien dijo Harrison: 'salvar a la humanidad del aburrimiento'. Y así lo hicieron metiditos en su autobús, aún desconocidos y humanos -no deificados-, anónimos con capacidad para pasear por una playa o jugar al pinball en el pier de Bournemouth.
Por lo visto, y aquí viene lo bueno, aquel otoño'62-invierno'63 en las islas se convirtió en algo que Tony Bramwell denomina -tatachiánnn!-: 'A summer in a long dream', ¿no es maravilloso?, 'a summer in a long dream', vaya, todo un larrrgo sueño de verano donde el mismo Tony participó. Mmmmmh.

Tal como relata en sus memorias el mismo Tony: 'la vida era bizarra y surrealista, corríamos por la playa, saltábamos, caíamos, nos mirábamos y nos entraba la risa', (seguro que la conocen: sí, es esa risa tonta adolescente). 'Todo había cambiado en muy poco tiempo'. (El éxito estaba a la vuelta de la esquina, se podía palpar). Este señor habla claramente de la 'libertad' pura y dura, de la alegría de vivir un sueño de 4 chavales.
...Y mira que no hay cosa más triste que una localidad de veraneo en pleno invierno isleño -el Lido de Venecia también lo es, triste y deprimente, por no hablar de Torremolinos 73-. Pues sí, lo bueno de esos días de 'verano' es que duraron lo justito para no convertirse en algo cansino, grotesco y aburrido (bueno, lo grotesco vendría más adelante). Cuenta también que el publico solía ser muy respetuoso -aplaudía y poco más- y que el griterío ensordecedor digamos que 'apareció de la noche a la mañana' y se hizo definitivo tras el single 'She loves you'. Fue ese momento el punto de inflexión que restringió su libertad y les convirtió en presos de sí mismos: el monstruo se hubo de recluir en habitaciones de hoteles y limusinas, o bien disfrazarse con bigotes sombreros y barbas -totalmente verídico esto que les digo-. Nada volvería a ser lo mismo.

Propuesta
¿No les apetecería tomarse este próximo otoño un 'summer in a long dream' con la que está cayendo?,¿Dónde hay que firmar?
Esto es: mientras el mundo gira gira y gira, uno hace lo que le apetece con sus amigos, lo quema todo, se divierte con su trabajo, hace disfrutar al personal con ese mismo trabajo y, además, gana passsta. (Nah, imposible). Pues súbanse, súbanse al Rolls porque nos vamos de 'summer in a long dream' si es necesario. Se hará lo que se pueda.

Y eso es todo amigos
Llegados a este punto y cargado el tanque de nostalgia hasta los topes... eso es lo que les quería contar. Les dejo aquí con el personaje en cuestión. El Tony tiene una web que pueden consultar aquí. A modo de prueba y botón los dejo este bonito vídeo friki que el tipo filmó. No se si los chicos comen sangüis de chorizo o panceta, probablemente sea de 'beans' -estos ingleses…-. También les pongo abajo otro vídeo más currado sobre 'A day in the life' (como dice un comentario de un yotuvista sobre este video: 'los bitels son lo mejor que se ha inventado desde el agua y el oxígeno', oh yeah). En él podrán ver a numerosos personajes, entre ellos, Mick morritos Jagger y su compinche Keith Richards, a los que conoce bien de cerca y sobre los que cuenta grandes anécdotas en ese libro que me traje de Irlanda y que tantas alegrías me está dando. Recomendable sin dudas si ustedes fanáticos de los '60 son. Avisados quedan.



Datos personales

Mi foto
Madrid, Spain
Es compositor, productor y arreglista en musicasdecamara.com *********** Aparte de su proyecto musical personal M A T E (www.matelaweb.com), Alberto es parte del duo Plastic d'amour, y colabora con Las Escarlatinas, Cristina Georgina y Beldivioleta. ****** Su trabajo más reciente ha sido la producción del libro-disco infantil 'Casi un musical' que será publicado en el sello SIESTA (www.siesta.es) a primeros de 2011. En él colaboran Irene Tremblay, Loquillo, Malcolm Scarpa y Jabier Muguruza. *******

Seguidores