...Y QUIZÁ TE QUIERA. Por Alberto MATE aka Dr.Rolls & Reverendo Royce

Este blog pretende ser una suerte de viaje sentimental, un diario personal, un anecdotario vital, una visión subjetiva y personal, qué sé yo, un TODO alrededor de los Beatles. Fanatismos aparte, no se debe confundir con una enciclopedia: los datos sobre los cursimente llamados Fab Four ya se encuentran en la red y en miles de libros; no deseo aturullarles con cifras, fechas e historias manidas. Pasen y disfruten, un splendid time está guaranteed for all.

martes, 13 de julio de 2010

En el patio de atrás

Me envía un buen amigo esta sugerente foto de los chicos, año 1963, para ilustrarles un poco el verano en un 'backyard' o patio de atrás inglés. Podría escribirles una redacción de 500 palabras -sin repetir ninguna- sobre lo que me sugiere la foto, pero prefiero dejar que ustedes tomen sus propias conclusiones y redacten su propia redacción. Simplemente anotar que ésta es una de esas fotos que me transportan a eso que llamo 'nostalgia de un lugar donde nunca estuve' y sobre lo que, finalmente y aunque suene cursi, no tendré más remedio que escribir una canción. ¡Ánimo con el veranito!

martes, 6 de julio de 2010

El Groove, el Mozart y el Berstein

Para los que somos fanáticos de las guitarras, la vida puede ser complicada a la par que excitante a la hora de entrar en una tienda de instrumentos. La pasión por las guitarras es un fenómeno/enfermedad denominado 'GAS' (Guitar AcquisitionSyndrome) y esto no me lo estoy inventando: créanme, consulten el enlace. No me considero una víctima del GAS, pero sí tengo mucho cariño a mis guitarras; sin obsesiones, eso sí, que no me gustaría terminar en un sótano charlando a solas con ellas.
Hace unos días vendí una guitarra acústica a un colega músico. Era un modelo bitel (como el que están adquiriendo lennon y yorch en la tienduca), para que ustedes se sitúen, la guitarra que suena en You've got to hide your love away.

No se preocupen por mi, ya estaba concienciado por lo que no me costó desprenderme de ella (los que sufran de GAS sabrán de qué estoy hablando, y lo que no, imagínense que les arrancan un par de costillas por las buenas). Además, el colega que la compraba resultó ser un fanático de los chicos: uno duerme más tranquilo sabiendo que la guitarra de lennon duerme en manos amigas.
Además, mi colega probó la guitarra tocando en estilo fingerpicking, para que ustedes lo entiendan, al más puro estilo blackbird o paul simon, pellizcando las cuerdas con cariño, mimo y, sobretodo, con delicioso 'groove' (gruf, entre nosotros). Pero, como diría Punset, ustedes se preguntarán: ¿qué es eso del gruf? ¿pero por qué el groove? (Imprescindible el acento catalán).

Un poquito de gruf, por favor
Llegados a este punto, sírvame de excusa la venta que les narro para hacer una digresión sobre el 'gruf', ese americanismo maravilloso que sirve para explicar cosa inexplicables. Necesitaría cinco o seis blogs más para explicar lo que es el gruf, y seguro que hay más de una tesis doctoral al respecto, pero como esto es un rolls multidinámico y vivimos en la era del zapping que no de zappa, se lo explicaré en pocas líneas.

El gruf es algo que se tiene o no se tiene, aunque también se pude forzar. El gruf es ese 'suave balanceo' en el caminar del ritmo de una canción. Es lo que hace que ustedes y yo nos pongamos a mover las patitas cuando arranca una canción de Marvin gaye, de Curtis Mayfield o el Billy Jean de Michael Jackson. El gruf no es exclusivamente negro, no se crean, que Paul Simon también tiene gruf cuando pellizca su guitarra. En el caso de los chicos, podríamos afirmar que Billy Preston echó paladas y paladas de gruf sobre el get back o el don't let me down con sus maravillosos arreglos de piano. Los chicos también tenían groove -y vuelvo al blackbird-, no lo duden. Charlie Watts (pedazo batería de los rollin') tiene su gruf especial y se lleva el ritmo un poquito, una pizquinina por detrás del tempo real de la canción. Fíjense bien y escuchen Start me up o Jumping Jack Flash; parece como si Mick Jagger se lanzase hacia delante como un caballo loco y Charlie Watts le contuviera tirando de la brida sentado en su calesa, como un experto conductor.
En fin, el gruf puede estar escondido detrás de la esquina, fíjense bien cuando vayan a un concierto, vigilen al batería del grupo ,a su teclista, y saquen sus propias conclusiones: si son capaces de hacerles mover las patitas sin quererlo -su cerebro no emitirá la orde, serán ellas las que se muevan solas-, es que ustedes están disfrutando del 'gruf'. Espero que con esta pequeña disertación hayan entendido un poquito de qué les hablo.

Bueno, pues a lo que vamos: mi colega tenía gruf o buscaba el gruf, cosa que yo creo que voy a hacer de ahora en adelante.

- Camarero, cuarto y mitad de gruf y una ración de bravas.
- ¡Marrrchando!

El tema es que una vez hablamos de la necesidad del gruf en la música, salió el tema de los chicos como grandes genios de nuestra era pop y, cómo no, la afirmación fue: si el Mozart los hubiera conocido habría flipado.
Lo siento, en desacuerdo al 100%. Explico mis razones brevemente.

El Mozart
Mi teoría es que que no habría flipado con los bitels, bueno, quizá con alguna cosita, como el sargento pimienta, los contrapuntos de lennon en She's leaving home o la subida apoteósica de A day in the life. A el Mozart le habría flipado en todo caso las cosicas del Stockhausen, los sonidos de Boullez o las manos de Glen Gould tocando las variaciones Goldberg, y esto quizá ni siquiera, que el Bach -pronúnciese la 'ché' castellana y verán qué diversión-, pues eso que el Bach ya le parecía un tío pesado en su momento, todo el día de fuga.

Por favor, les pediría que no se atoren pensando que haría el Mozart al día de hoy, ni si haría jevi metal o si fliparía con los chicos. En todo caso dejemos que vuele nuestra imaginación hacia un encuentro con Phil Spector en su mansión de Mulholland drive -cuando vivía ahí hasta hace poco- y sus timbas de billar, alcohol y sustancias. Seguro que algo pantagruélico saldría de ahí.

Todo esto que les cuento, no se crean, tiene parte de fundamento porque últimamente ando leyendo un libro para niños basado en las clases sore música clásica que el señor Berstein impartió por tv en los años 60. Y con esta excusa aprovecho para hablar de 'el Berstein'.

Y el Berstein
Estoy disfrutando mucho ese libro -El maestro invita a un concierto, por Leonard Berstein, ed. Siruela-. En él, viene a explicar los conceptos de música clásica, progresión sinfónica, instrumentos, conceptos, etc, etc. Datos complejos explicados para gente terrestre como yo y como los niños para los que va dirigido. El Berstein diferencia claramente la música clásica de la música ligera. Reconozco que me encanta la expresión 'música ligera', tiene un punto peyorativo muy cabrón que me hace gracia. En fin, el señor berstein explica que la música ligera es ligera porque repite esquema continuamente, estrofa-estribillo, partes A y B, suelen tener la misma melodía y vuelta la burra al trigo, a diferencia de la clásica, donde el motivo melódico inicial va variando con el paso de compases, sufre deformaciones, cambios de tono de ritmo, surgen motivos paralelos, etc. por supuesto yo al Berstein le doy la razón, que para eso es un maestro: la mayor parte de la música ligera es do, re, mi, y esa quizá sea la razón por la que al mozart no flipase con los chicos si hubiera vivido los '60.

- ¿Dr. rolls, significa eso que los bitels son víctimas de un ritmo simple sumado a una raquitez melódica?
- Interesante pregunta (voz engolada), le responderé.

El rock no tenía intención melódica compleja inicial. Sí es una música con un marcado patrón rítmico que empuja al movimiento de caderas y al sudor, vamos, que aunque suene a tópico manido es una música sexual en su origen y si no que se lo digan a elvis y a las jovencitas. El rock busca ser sinfónico en los '70 y a mi eso no me cuadra muy bien: pierde su esencia inicial y se convierte en algo parecido a un bodrio. Mejor me quedo con el Fun house de los Stogges, primitivo, terrenal, tremendo y fantástico. El rock juega en duna división muy distinta a la música clásica.

Los bitels beben de Elvis, de Little Richard, Chuck Berry, más rítmicos, vale sí, con melodías pegadizas pero no complejas. lo que pasa es que los chicos también beben de Buddy Holly y de los Everly brothers, de cuidadas armonías vocales y melodías más elaboradas.
Durante su carrera, los chicos fueron 'complejizando' su música, enrioqueciéndola ocn otros instrumentos, arreglos, melodías orientales, de music hall, de madrigales. tenían talento y capacidad de absorción cual esponjas absorbieron conciertos de brandemburgo y stigmuns de Stockhausen. Pones todo en una coctelera y, si no eres Garci-,seguro que sale algo nuevo y tremendamente excitante. Y así ocurrió.

Jardincillo éste en el que me he metido por culpa del Berstein, y yo que les estaba contando que he vendido una guiatrra acústica a un tipo músico que ama a los chicos, que tiene gruf, y que opina que si el Mozart levantara la cabeza ya saben ustedes: fliparía con los chicos.
No les voy a marear más por hoy, creo que ya ha sido suficiente.

Les dejo con este video del maestro Berstein en acción en un collage de imágenes sobre el programa de TV del que les hablaba. No se pierdan la fantástica versión de los Kinks...

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Madrid, Spain
Es compositor, productor y arreglista en musicasdecamara.com *********** Aparte de su proyecto musical personal M A T E (www.matelaweb.com), Alberto es parte del duo Plastic d'amour, y colabora con Las Escarlatinas, Cristina Georgina y Beldivioleta. ****** Su trabajo más reciente ha sido la producción del libro-disco infantil 'Casi un musical' que será publicado en el sello SIESTA (www.siesta.es) a primeros de 2011. En él colaboran Irene Tremblay, Loquillo, Malcolm Scarpa y Jabier Muguruza. *******

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