...Y QUIZÁ TE QUIERA. Por Alberto MATE aka Dr.Rolls & Reverendo Royce

Este blog pretende ser una suerte de viaje sentimental, un diario personal, un anecdotario vital, una visión subjetiva y personal, qué sé yo, un TODO alrededor de los Beatles. Fanatismos aparte, no se debe confundir con una enciclopedia: los datos sobre los cursimente llamados Fab Four ya se encuentran en la red y en miles de libros; no deseo aturullarles con cifras, fechas e historias manidas. Pasen y disfruten, un splendid time está guaranteed for all.
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jueves, 20 de enero de 2011

El dedo en la Jagger

Disculpen el absurdo juego de palabras. Ha llegado al buzón del Rolls un enlace a un blog titulado 'Blogger de Niro' que ha hecho las delicias del doctor. Tomen el título de esta entrada como un pequeño homenaje a tan hilarante propuesta y no olviden echarle un vistazo si son amantes de los juegos de sonidos y palabras.

A lo que vamos. El doctor ha leido con desenfreno la 'Vida' de Keith Richards, no tanto como fan sino por mera curiosidad: se trata de todo un testimonio de una época y de una forma de vida extremadamente rocanrol. Después de su lectura, el doctor se siente cada vez menos identificado con estos chicos de Londres y sus alrededores que siguieron la estela de los otros chicos de Liverpool. Y cada vez tiene más claro que, a nivel musical, los bitels se zamparon los años 60. Otro cantar son los 70, que es cuando el monstruo stoniano se hace realmente grande sobretodo por lo que representa: sexo, drogas y muchas y... rocanrol. Todo un referente de 'libertad' y exceso frente a la pacata sociedad inglesa.

Pero bueno, éstas son conclusiones personales del doctor, siempre negociables detrás de una caña de cerveza. (Con el reverendo es otra historia, no le pidan moderación, negocio o comprensión. El está en la Iglesia de los bitels, el dogma es su vida).
No les voy a brasear con el libro. Sólo comentarles que los primeros capítulos sobre infancia y adolescencia de Richards son bonitos y duros, y que me quedo con el momento en que se reencuentra con Jagger en una estación de tren y éste lleva bajo el brazo unos cuantos albumes de músicos de blues americanos. ¡Guau, discos de blues!¿De dónde los habrá sacado?

Entonces... empiezo a recordar.
(Y ahora, velo acuoso y flashback...)

Discos bajo el brazo
Llevar vinilos bajo el brazo era algo muy emocionante. Salías de paseo un sábado por la mañana al centro de Madrid y comprabas discos en las tiendas de segundamano, o en discoplay o Madrid rock. En la adolescencia te acompañabas de tu amigo del alma o de los colegas frikis melómanos. Recuerdo también la excitación de...

- Doctor doctor, parece usted el abuelo cebolleta
- Calle y déjeme continuar

... la excitación al pasar un album tras otro con los dedos sobre los cajones repletos de vinilos y el sonido que hacían al chocar uno contra otro ¡flop!¡flop!¡flop!
Y la displicencia de alguno de los propietarios de esas tiendas -creo que una de ellas que llamábamos 'el buitre' estaba en un piso de la calle mayor 4-, como si estuviéramos hurgando en unos tesoros que no merecíamos. Recuerdo su vehemencia al respecto de sus gustos, su cara de aceptación o reprobación según la elección de compra. Chavalito gilipollas que no tiene ni puta idea.
También los había cómplices y dispuestos, como aquél de discos Melocotón (que aún sigue abierto) que me felicitó por comprar una edición alemana de vinilo muy grueso del Revolver. No lo hice por ser tal, sino porque era muy barata. Bienvenida la palmadita en la espalda.

Ibamos acumulando una pequeña colección de música de mes en mes, siempre compartiendo y grabando en las famosas cintas basf lo que cada cual adquiría. Esto te permitía dedicar tiempo a algo muy importante que hoy en día parece algo secundario accesorio: el tiempo a escuchar, y cuando digo escuchar es escuchar; el tiempo a escuchar, oir con atención la música.

Los tiempos cambian, Dr.
Los tiempos han cambiado, claro que sí, pero en este caso concreto cuando me refiero a los tiempos, quiero decir que los tiempos que dedicamos a

1. La curiosidad
2. La búsqueda
3. Y la escucha

se han acelerado hasta el límite y más allá. Imposible dedicarle más de dos nanosegundos a reflexionar... Hoy en día disponemos de todo y lo tenemos practicamente... ya!
Esto tiene muchas ventajas, pero también tiene algún que otro inconveniente -y no me refiero a la pérdida de la'romántica', aquellos tiempos y bla bla, no me tengo por nostálgico-. Para el dr., el inconveniente fundamental es la pérdida del reposo, entendido éste como el asentamiento del poso que deja una música al ser escuchada. La cultura del zapping no nos permite tal respiro. La cultura del exceso de información tampoco. Todo está comprimido, la banda sonora de nuestro tiempo es un collage loco que cambia casi de día en día.

El mundo está loco!
Gira gira gira cada vez más rápido!
Nos vamos a estrellaaaarrrr...!!!
(Y león está cada vez... más hambriento)

Enciendo la radio por la noche y me encuentro a Juan de Pablos con su voz reposada y repausada haciendo un monográfico sobre Augusto Algueró. Entonces me siento en la silla a escuchar la voz del sabio que, huyendo de los tópicos de las chicas yeyés, pincha todo tipo de preciosos y desconocidos instrumentales recopilados en vinilos que salieron de lugares recónditos y que sólo un tipo como Juan de Pablos ha sido capaz de adquirir, catalogar y cuidar durante muchos años. Es la labor de un artesano de las ondas que nos sirve en bandeja la cena musical de cada día, degustando y paladeando cada plato como puro gastrónomo musical. Bendito anacronismo el de cada noche.

Acabamos
Y como último apunte y para rematar, decir que el Richards se despacha de lo lindo con el Jagger (de ahí el título de esta entrada), y que además era muy amigo de Lennon al que respeta y admira, y con el que se mete -estupefacientes- a partes iguales aunque sea el cuerpo de Lennon el que siempre sale perdiendo. 'Si es que estas cosas le sientan mal', dice la japonesa cuando su chico está tirado en el suelo del baño del hotel de Richards y se lo tiene que llevar a casa en 'tassis'.

Aquí les dejo el 'Yer blues' por los Dirty mac, banda efímera pero enérgica formada por las cuatro estrellas del apocalipsis: Lennon, Richards, Clapton y Allan White. Degústenlo con fabulosa intro en este vídeo que un amigo a hecho llegar al buzón del Rolls. Saludos cordiales.


Dirty Mac - Yer Blues

Fe de erratas: el reverendo les pide disculpas. El batería de Dirty Mac no es Allan White, sino Mitch Michell, a la sazón batería de The Jimmy Hendrix Experience.

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Madrid, Spain
Es compositor, productor y arreglista en musicasdecamara.com *********** Aparte de su proyecto musical personal M A T E (www.matelaweb.com), Alberto es parte del duo Plastic d'amour, y colabora con Las Escarlatinas, Cristina Georgina y Beldivioleta. ****** Su trabajo más reciente ha sido la producción del libro-disco infantil 'Casi un musical' que será publicado en el sello SIESTA (www.siesta.es) a primeros de 2011. En él colaboran Irene Tremblay, Loquillo, Malcolm Scarpa y Jabier Muguruza. *******

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