...Y QUIZÁ TE QUIERA. Por Alberto MATE aka Dr.Rolls & Reverendo Royce

Este blog pretende ser una suerte de viaje sentimental, un diario personal, un anecdotario vital, una visión subjetiva y personal, qué sé yo, un TODO alrededor de los Beatles. Fanatismos aparte, no se debe confundir con una enciclopedia: los datos sobre los cursimente llamados Fab Four ya se encuentran en la red y en miles de libros; no deseo aturullarles con cifras, fechas e historias manidas. Pasen y disfruten, un splendid time está guaranteed for all.

viernes, 4 de diciembre de 2009

La máquina de exprimir naranjas

Permítanme una digresión dentro de este blog bitelmaníaco y escuchen esta bonita historia basada en hechos tan tristemente reales como el manto de orines que cubre el centro madrileño. Dice así:

En la empresa de publicidad donde trabajaba un amigo pusieron una máquina expendedora de zumo de naranja natural. Una especie de lavadora gigante llena de naranjitas. Le dabas a un botón y salía un vaso de zumo rico rico. Para mayor gozo, el vasito era gratuito, puritita generosidad de la empresa: barra libre de zumo para todos. Pues bien, desde el primer día los empleados enloquecieron y empezaron a consumir zumo en cantidades industriales, 3, 5, 7, etc. vasos diarios (supongo que la vitamina C haría estragos en los sistemas nerviosos). Por lo visto se llegaron a consumir 40 kilos de naranjas al día. La becaria sueca flipaba: 'pero... ¿por qué bebéis tanto?’. Y el epañol medio respondía cargado de razones: ‘¡¡porque es gratis!! ¿no lo ves?’.
A los pocos días la dirección de la empresa, tratando de evitar la quiebra por naranjicidio, modificó la política de precios y fijó el vasito en unos 60 céntimos simbólicos. Parece ser que todos comprendieron. El consumo pasó a ser razonable y la empresa pudo seguir comprando naranjas. Fin de la historia.

(Y ahora, con voz de telepredicador, yo digo...)
En esta gran máquina de zumo de naranjas que es internet exprimimos hasta la última gota, nos emborrachamos de vitamina C, lo tenemos todo, está ahí, ¡¡¡es gratis!!! ¿no lo ves?... ¿Cómo vamos pues a permitir que nos lo quiten si ya somos yonquis de la descarga por la patilla? ¿Por qué nos han dejado tanto tiempo la máquina de naranjas y ahora nos la quitan? ¿Qué clase de demoño nos niega nuestros derechos civiles? ¿Son acaso los cantantes, actores, chulos, vagos, ricos, cretinos, los que nos la quitan? ¿Es que quieren su propio bien a costa del bien de la mayoría? (Eso dice un partido de derechas en la oposición que promulga el despido libre y a la vez defiende los ‘derechos de los internautas’. Viva la esquizofrenia.)

No, no y no permitiremos que la máquina de zumo pare: antes saldremos a las calles, quemaremos autobuses, nos inmolaremos ante el ministerio de cultura. (¿Conseguirá este ministerio suficientes dosis de metadona para la población española, yonqui del todo gratis number one de europa? Muchas dosis son esas. Los laboratorios farmacéuticos no creo que den abasto. Quizá se estén frotando las manos. ah, no, los que se frotan las manos son los operadores de internet, qué cabrones, nos han vendido el todo gratis y nos lo hemos creído) .

Las bondades de internet son indudables. Este blog es un vivo ejemplo. Pero la llamada democratización gracias a internet es una verdad a medias: la cultura es de todos, quiero decir, de todos incluyendo también a los que la generan. Porque cuando se dice que es de todos y por tanto gratuita se está excluyendo a los productores. Entonces la creación y producción se convierten en un acto ‘exclusivo’ y excluyente: sólo unos pocos rentistas con gran capacidad adquisitiva pueden permitirse el lujo de palmar pasta cada vez que filmen una peli o graben un disco a sabiendas de que estará disponible en la máquina de naranjas en cuestión de segundos sin contraprestación alguna. Vamos, que volvemos al siglo XIX cuando sólo los aristócratas –y las pobres ratas de buhardilla- se podían permitir el lujo de filosofar.

Parece ser que la suerte está echada y el pueblo internáuta ha hablado: nadie quiere pagar los 60 céntimos que cuesta una canción. Así sea. Ojalá en un futuro se puedan digitalizar las mandarinas, un chalecito en la montaña, un buen coche, o una bufanda. La máquina de exprimir naranjas nos dará entonces más alegrías si cabe: al fin todo, pero todo gratis de verdad. Les aseguro que un músico como yo lo agradecerá.

11 comentarios:

dot dijo...

veo que hemos dejado a un lado a los beatles. seguro que hay alguna forma de relacionarlo. por ejemplo: ¿por qué no puedo escucharlos gratis en el spotify? qué rabia me dio cuando introduje el nombre y quedaron listados The Beatles Tribute Band!
el caso es que spotify no es gratis.

pues sí, muy bien escogida la metáfora. no puedo estar más de acuerdo. aunque soy de los que confían en que surja/inventemos algo nuevo, distinto y mejor.

los vendedores de discos duros externos en este país deben de estar de lo más contentos. tengo amigos y compañeros con ¡¡¡teras!!! de información en su casa. nunca podrán ver todas las películas, escuchar todas las canciones, leer todos los libros... es imposible.
menos aún asimilar.
son adictos a la descarga porque sí. y, como cualquier adicto, creen que son felices cuando en realidad nunca estarán satisfechos.

la señorita rottenmeier dijo...

Creo estar de acuerdo y sin embargo no me queda claro si estás a favor o en contra y de qué.

Kike dijo...

La metáfora de la máquina de zumo de naranja es buena, pero yo extraigo otra conclusión diferente, antes de la máquina tu amigo bebía 1 zumo de naranja al día, con máquina gratis bebía 12 y con máquina de pago 2.

El nuevo disco de El Canto de el Loco(por ejemplo) se descarga 12 veces, antes del P2P vendía 1.

Me parece bien que los músicos ganen dinero, pero no que me quieran engañar, dicen que sin interné venderían 12 pero no es cierto, venderían 1 y si en vez de portestar y extorsionar trabajasen conseguirían vender 2 gracias a internet.

nautilus dijo...

¿Extorsionar? ¿"PORTESTAR"?
¿Que los artistas no trabajan?
Kike, me parece una intervención muy grosera, te ha faltado decir que los pondrías a picar piedra.

Kike dijo...

No entiendo esa costumbre de participar en los blogs y foros buscando la peor interpretación posible de lo que dice el interlocutor con tal de criticarle.


No obstante, debo asumir que lo he puesto fácil y debería haberme explicado mejor en ese remate de mi comentario, hablaba de músicos pero me refería al conjunto del negocio musical, y es ampliable al cine y algunos otros sectores.
Obviamente los artistas y los productores y los recepcionistas trabajan, es difícil deducir que yo creo otra cosa, pero algunos (no pocos) de ellos dedican un tiempo a protestar y extorsionar que sería más productivo dedicado a otros menesteres. A todos nos han cambiado el modelo de negocio y todos hemos tenido que adaptarnos.

Lo que yo digo es que como punto de partida no pueden tomarse el número de descargas o de ventas en el topmanta porque se corresponden en su mayoría con personas que nunca se comprarían ese disco en una tienda.
Y que ganarían mucho más dinero buscando cómo aprovechar la difusión que ahora obtienen en lugar de luchando contra ella. De hecho hay muchos hipócritas que al mismo tiempo gana dinero gracias a la difusión por interné y a la vez protestan para ganar más dinero.

Y esto lo dice quien sigue comprando discos, más ahora que hace diez años, y que no cree que los músicos sean unos vagos.

La Rata Marcelina dijo...

ratas de buhardilla
sean bienvenidas!
músicos, directores,
escritores y analistas
editores sinvergüenzas
que nos roban la cultura
estén a la dura y a la madura!!

dejen de llorar por las esquinas
porque el nuevo modelo de negocio
se llame 'todo gratis'
que no hay cosa más triste
que un músico llorón

cantos del loco y pereza
ay, cuánta pereza
pero..
y qué hay del los músicos de a pie?
aquellos que no llegan a fin de mes?
(el otro día mastretta
tocaba en fuencarral
con un botecito delante
para unas monedas ganar)

ya está bien de extremos
radicales extremistas
ni las cosas son las que eran
ni el futuro es pesimista:
pónganse ya de acuerdo
productores y activistas,
talibanes de lo gratis
(por un lado)
y editores y artistas
(por otro)

Nautilus dijo...

Gracias por la explicación, era muy necesaria. Es tan amplio el abanico de posibilidades y casos en este asunto, que los matices son muy importantes.
Y perdona si te ha molestado mi comentario.

Ángela dijo...

Yo sólo digo que en mi oficina nos cobran el zumito de esa misma máuina a 90 céntimos de euro y hay días que no tengo suelto suficiente para el zumo. Así que digo: "que le den a la vitamina C". Y así hay veces que tienen que sacar de la máquina unas cuántas naranjas pochas.
Ahí lo dejo.

Un beso gordo gordo, Alberto.
:)

Alberto MATE dijo...

90 céntimos!
ladrones!!
:))

besos Ángela!

al dijo...

Lo que sucede es que la gente se piensa que la música se hace por filantropía y autocomplacencia... y no saben que cuesta dinero y esfuerzo y que la maquinaria (discográficas) es necesaria. Otra industria es posible (espero).

Lo que no tengo claro es a quien beneficia el rumbo que toma esto...

Anónimo dijo...

Honestamente, creo que hay dos modos de producción cultural factibles; uno regular internet (legislaciones para controlar las descargas ilegales), otro socializar la cultura (una tasa para el consumo cultural).
El modo actual es políticamente injusto:
1. La SGAE pretende exprimir los derechos de explotación de productos culturales hasta la extenuación.
2. La política de "cultura gratis" es profundamente contraproducente para desarrollar proyectos culturales al margen de los lobbies mediáticos (Telecinco, etc), o al margen del círculo de advenedizos de la administración (y todos sabemos de quien hablamos..., ejemplo: para recibir una subvención para realizar una película o soy "amigo de Jose Luis Cuerda o...").

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Madrid, Spain
Es compositor, productor y arreglista en musicasdecamara.com *********** Aparte de su proyecto musical personal M A T E (www.matelaweb.com), Alberto es parte del duo Plastic d'amour, y colabora con Las Escarlatinas, Cristina Georgina y Beldivioleta. ****** Su trabajo más reciente ha sido la producción del libro-disco infantil 'Casi un musical' que será publicado en el sello SIESTA (www.siesta.es) a primeros de 2011. En él colaboran Irene Tremblay, Loquillo, Malcolm Scarpa y Jabier Muguruza. *******

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