...Y QUIZÁ TE QUIERA. Por Alberto MATE aka Dr.Rolls & Reverendo Royce

Este blog pretende ser una suerte de viaje sentimental, un diario personal, un anecdotario vital, una visión subjetiva y personal, qué sé yo, un TODO alrededor de los Beatles. Fanatismos aparte, no se debe confundir con una enciclopedia: los datos sobre los cursimente llamados Fab Four ya se encuentran en la red y en miles de libros; no deseo aturullarles con cifras, fechas e historias manidas. Pasen y disfruten, un splendid time está guaranteed for all.

jueves, 5 de noviembre de 2009

Gente que estuvo allí (II)

Abro este segundo capítulo dedicado a toda esa gente que vivió un momento bitel primoroso de primera mano con el testimonio único y original de mi compañera musical en Plastic d’amour, y sin embargo amiga, Blanca Lacasa. Ella misma se ha encargado de escribir el contenido de este post –vaya mi agradecimiento por descargarme de tanto trabajo-. Estoy seguro les resultará apasionante. Dice así:

Esta historia sucedió hace muuuuucho tiempo y, aunque no lo parezca, tiene relación con los Beatles. Sólo pido un poco de paciencia: como en las pelis buenas, la clave está en el desenlace final. Ocurrió hace una eternidad, cuando las discográficas tenían montones de dinero y se comportaban como hijos de millonarios gastándolo a troche y moche (haciendo presentaciones de discos planetarias, llevando a periodistas por medio mundo en business , alquilando garitazos para showcases...). Otros tiempos, vaya. Me tocó pues ir a entrevistar a Lenny Kravitz a ¡Miami! a su ¡residencia particular! (en realidad, una de ellas...). El motivo: el lanzamiento de un nuevo disco (cuyo nombre no recuerdo, creo que era el Lenny, pero no estoy segura).

(No puedo resistirme a escribir esta longaniza: ‘Lenny’, qué original título, cómo es posible, se rompió el cerebelo).

Llegada a Miami. Un calor asfixiante. Nos llevan en una especie de Hammer de lunas tintadas (lo dicho: a todo trapo) a casa del muchacho. Un bloque de hormigón gris que cualquier arquitecto de pro habría aprobado. En la puerta, varias motos y algunos coches (deportivo, ranchera, utilitario, en fin, lo clásico). Nada más entrar nos hacen descalzarnos (este detalle podría ser de escaso interés o habérseme olvidado si no fuera porque el soberbio dogo plateado de Lenny enganchó una de mis chanclas en sus fauces babosas y se dedicó a corretear por todo el jardín con el trofeo en ristre). Periodistas españoles, noruegos y de no sé donde más esperando turno, con los pies colgando sobre la bahía. Detrás de nosotros, la piscina y la casa, de inmensas cristaleras espejo. Él nos ve, nosotros no. Por fin me llega la vez. Entro. Un pequeñísimo y sonrientísimo Lenny me saluda. Recuerdo dos pin balls gigantes (uno de Kiss), una especie de sofá surrealista incrustado en la pared que daba una sensación de profundidad imposible, y la alfombra roja de pelos de una altura de casi un palmo (mis pies desnudos desaparecieron en la maleza). Tanta lisergia me da pis: unas compuertas a lo Star Trek dan la bienvenida a un galáctico aseo. El toque familiar lo pone el cubre rollos del papel higiénico: de ganchillo de Talavera (lojuropordios).

(Jajajajjajja, no sabemos si había cenicero de centollo vaciado)

Hacemos la entrevista en un incómodo sillón (modelo de esos que nunca he entendido en el que uno mira a un lado, y el otro, al otro). Al acabar el señor Lenny me ofrece tabulé y me dice que ya que parece que sé algo de música, me va a enseñar su pequeño estudio. Me hace pasar a un amplio espacio. Una mesa de mezclas de yo qué sé cuántos canales, una superpecera y su fastuosa colección de guitarras ("aquí están las que tengo al uso, las demás, las tengo en otro lugar"). Glubs. Yo tengo un mareo ya considerable. Y, entonces, entonces, me mira y me dice con sus ojos a media asta clavados directamente en los míos como platos: "y aquí la joya de la corona, la cuatro pistas con la que grabaron los Beatles". Tachááááán. La miro. Con veneración, arrobo e incredulidad. Es un trasto grande y tan poco sofisticado... No puede ser. Temo haber escuchado mal. Diosssssssssch. Lenny, dando por concluida la visita, se gira y yo aprovecho ese momento para, a cámara lenta, tocarla. Pasear los dedos de mi mano derecha por ella. Sí, señores, sí, sí, sí, yo he tocado la cuatro pistas de los Beatles.

Tatachiánnnn!!, la mítica mesa de grabación de 4 pistas –o, al menos, una de ellas- en la que posiblemente grabaron el sargento pimienta, el por favor, pláceme o el alma de goma. Esa especie de lavadora (ver imagen) con poco más de 5 potenciómetros por cuyos circuitos se deslizó la energía del monstruo de las 4 cabezas está en manos de Lenny. Sí, vale, quizá la envidia me corroa; acepten los paliativos:

1. Bastante me ocupa la lavadora en la cocina como para meter una segunda lavadora en el estudio. Además, es un cacharro viejo, seguro que inservible, Lenny es carne del síndrome de Diógenes, pobre desgraciado.

2. No soy fetichista.

También perdono a Lenny por ser unos de esos artistas que tienen un hemisferio del cerebro ocupado con el repertorio de los Beatles y aburrirme como a oveja desde el mamma said. Venga, no pasa nada.

Cierro este post con unos segundos de publicidad: Blanca Lacasa tiene un blog muy interesante que no os deberíais perder http://www.reflexionesdeuntapir.blogspot.com/
También podéis escucharla en http://www.plasticdamour.com/ y www.myspace.com/plasticdamour

7 comentarios:

la señorita rottenmeier dijo...

I knew it. En mi ignorancia musical adolescente, cuando escuchaba ambas versiones de "fields of joy" todo el rato pensaba "este tipo hace algo de los beatles, algo de los beatles, algo de los beatles"

murcielago ramon dijo...

joeeer blanca que bueno. yo sabía que le entrevistaste y me dijiste que viste la mesa. Pero lo del ganchillo de talavera me ha dejado estupefacto. Al final hasta me va a caer bien este Lenny. Lo bueno es que ni con las mesa de los beatles le sale un disco redondo.

El tapir Nicanor dijo...

estimado murciélago,
juro por tarzán, que fue así
entre tubos de neón, piscodelia mural y compuertas eléctricas, aquel ganchillo me pareció de lo más entrañable...

dot dijo...

queridos tapir y mate,
no me volváis a hacer esto. quiero una entrada diaria en cada uno de los blogs!!! nos la habéis jugado con este truquillo de intercambios...

Alberto MATE dijo...

Ha sido una jugada maestra.

Pero calma: preparando ando nueva entrada. No se atore.

Nistal dijo...

A cuadritos me he quedado...!tocársela (la 4 pistas de los Beatles) a Lenny en su propia casa! Yo habria robado un knob o algo

Anónimo dijo...

en el caso de lenny kravitz la 4 pistas de los beatles y el cubre rollos de ganchillo tienen el mismo fin. están de adorno. no debe saber ni cómo se enciende y además seguro que va a 125v.

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Madrid, Spain
Es compositor, productor y arreglista en musicasdecamara.com *********** Aparte de su proyecto musical personal M A T E (www.matelaweb.com), Alberto es parte del duo Plastic d'amour, y colabora con Las Escarlatinas, Cristina Georgina y Beldivioleta. ****** Su trabajo más reciente ha sido la producción del libro-disco infantil 'Casi un musical' que será publicado en el sello SIESTA (www.siesta.es) a primeros de 2011. En él colaboran Irene Tremblay, Loquillo, Malcolm Scarpa y Jabier Muguruza. *******

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